Sobre el exceso de carne

Estamos tan habituados a comer proteína animal en nuestras comidas, que no nos damos cuenta de los efectos que tiene en nuestro cuerpo (y en el de los pequeños) y lo más importante, que no nos preguntamos por qué comemos tanta carne.

En Francia el cambio climático hace tiempo que está movilizando sus ciudadanos, hasta llegar a las escuelas. Las familias hace años que exigen un menor consumo de carne en los comedores escolares, y fruto de este reclame, en octubre del 2018 se adoptó por el Parlamento lo que se conoce como la ley Egalim. Ésta, además de realizar algunos ajustes para los agricultores, preveía la introducción de una comida vegetariana en los comedores.

Los anuncios al respecto de comer carne…

❗️ Seas vegetariano o no, tienes que haber escuchado hablar sobre los efectos derivados de la producción y consumo de carne animal, en especial la carne roja.

👉 Según Greenpeace, la ganadería genera tantos gases de efecto invernadero como todos los coches, trenes, barcos y aviones juntos. Y el problema es que el metano es peor que el carbono.

  • El 14,5% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial proceden directamente de la ganadería.
  • El 80% de la deforestación de la Amazonia se atribuye a la actividad ganadera. De hecho el 75% de la superficie mundial agrícola, está destinada o al pasto de los animales o a la producción de piensos para ellos.
  • Además, la producción de carne contamina el agua, que se llena de purines, antibióticos, fertilizantes y plaguicidas. Estos se filtran por acuíferos hasta llegar al mar, desertizando el fondo marino: por eso apenas quedan arrecifes de coral…

Se dice que el consumo de carne en los países desarrollados ha alcanzado niveles totalmente insostenibles, y lo peor es que se considera lo más normal del mundo, natural y necesario. De hecho, casi que «el raro» es el que come mas verdura que carne.

‼️ Diversos investigadores españoles destacan que: “Si España volviera a la dieta mediterránea, no sólo los ciudadanos tendrían mejor salud sino que las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de alimentos bajarían un 72%; el uso de tierras agrícolas se reduciría un 58%; la energía requerida disminuiría un 52%, y el agua necesaria bajaría un 33%».

Superficie de suelo necesario para la producción de un kilo de…

🙋 Si te animas a contribuir con el cambio, puedes firmar esta petición de Greenpeace para modificar y adaptar producción ganadera y agrícola, y favorecer indirectamente con el cambio de hábitos alimenticios.

Pero de dónde surge la idea de comer tanta proteína

Para conocer el origen de esta «necesidad» de comer carne a diario, hay que pensar en la época de posguerra. En ese momento se temía que los niños estuvieran desnutridos o tuvieran deficiencias; pero hoy en día, esto ya no es así.

De qué se alimentan los niños

Según el doctor Sébastien Demange, «los niños consumen el doble de proteínas animales de lo que deberían, y este exceso puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, diabetes o sobrepeso». Además, tras tanto consumir carne de ternera o pollo, hemos dejado en olvido las legumbres, los cereales y las verduras. Resultado: «nuestros niños tienen déficit de fibra».

🤔 Y no me digáis que no es frecuente escuchar a las mamás decir que sus niños tienen estreñimiento o problemas digestivos, ¿no?

La restauración escolar implica «más de 80,000 toneladas de productos cárnicos y más de 120,000 toneladas de carne», en Francia, en tan solo un año, según Greenpeace. Pero lo peor de esto es que la carne se encuentra entre los alimentos más desperdiciados en la restauración en general. Es decir, todo este consumo de recursos naturales, y la polución relacionada con la carne (que no es poca), se va a la basura 😩.

La aplicación de la ley alimentaria

📍 Desde el 4 de noviembre de este año 2019, las escuelas, institutos, guarderías o similares están obligados a servir una vez a la semana un menú vegetariano. Esto se realizará de manera experimental durante 2 años, para luego analizar los resultados y tomar la decisión definitiva.

Y es que el tiempo que pasan los niños en el comedor, debe ser considerado como «tiempo de educación» también. Y por tanto, hay que enseñarles a hacer el cambio, acompañándoles en este proceso.

👉 Ya hay estudios que demuestran que después de haber presentado 8 veces al niño un nuevo alimento, éste lo acaba «adoptando», lo hace suyo. Y como además la puesta en marcha de los menús vegetarianos está acompañada de una acción pedagógica, esto hace que los niños estén más abiertos al cambio.

Los niños y sobre todo los adolescentes, ya han oído hablar del cambio climático, y de los gases de efecto invernadero, y son bastante sensibles al maltrato animal, cosa que hace que los niños estén más a favor casi que los adultos para que el cambio se haga efectivo.

Imágenes de la industrialización de la ganadería (sufrimiento animal)

Además se creé que el hecho de introducir a los niños los menús vegetarianos, puede tener un efecto dominó, y que reclamen en casa lo que están comiendo en el comedor que les ha gustado, o que intenten concienciar a la familia en la colaboración de un cambio de hábitos y actitudes.

Pero cuidado con la calidad

👉 Para que el menú vegetariano cause interés en los niños, éste debe ser de buena calidad. Se deben eliminar los «ultra-transformados», y evitar los productos con azúcares añadidos o con aditivos. Y qué decir de la soja y otros productos modificados genéticamente…

Pero más que suponer un problema para los miles de niños que se quedan en el comedor, es un problema para los cocineros: Ellos dicen que no están formados o preparados para cocinar platos vegetarianos.

¿Y cuál es la solución? Sustituir la carne y el pescado por el huevo y el queso, lo cual no sólo no es lo recomendado, si no que no enseña a los niños la esencia de un menú vegetariano: las legumbres.

‼️ Y para garantizar la calidad de las comidas, los padres de los estudiantes pueden participar en las comisiones de restauración y alentar al alcalde a actuar sobre este tema. Es muy triste pensar que nuestros hijos serán los primeros que tendrán una salud y una calidad de vida peor que la que tuvieron sus padres.

Aún a día de hoy, Francia sigue dando largas al asunto, en cuanto a opciones vegetarianas en la restauración colectiva, a pesar de ser esto ampliamente reclamado por razones sanitarias, éticas o religiosas. 👉 De hecho, el 59% de los franceses está a favor de la introducción de comidas vegetarianas en los comedores escolares, casi 6 de cada 10 franceses. 

Lo más triste de esto es que en Francia, o comes lo que hay o no comes. Con bastante frecuencia no hay plan B en los comedores escolares, y en muchos restaurantes tampoco…

➡️En España es habitual que los comedores se adapten a las necesidades de los padres o niños.

➡️En Francia, si se reclama una opción vegetariana o si el niño tiene una alergia alimenticia, es frecuente que te digan que «tu niño se puede quedar a comer en su casa», o bien lo pondrán en un rincón a comer aparte con un táper que le hayas preparado tú.

La triste realidad del actual consumo de carne

Y entonces, ¿por qué en las escuelas se sigue administrando tanta proteína? De hecho, las recomendaciones oficiales para carne y productos lácteos servidos en la escuela pueden suponer el 400% de las necesidades diarias en una sola comida.

Cuando te paras a reflexionar sobre este hecho, y el contenido de los platos de tus hijos en la escuela, piensas que detrás de los menús hay profesionales que conocen bien el tema y saben cómo hacer un menú equilibrado. Pero no.

🙎 Si miras más de cerca, en realidad es el estado quien dicta los patrones a seguir, y detrás de él, los lobbies de los productos cárnicos y lecheros.

El resultado es el que vemos: las cantidades de proteínas son entre dos y cuatro veces superiores a las recomendaciones de los nutricionistas.

De hecho, entre 1950 y 2000, el consumo mundial de carne se ha multiplicado por cinco, mientras que la población «sólo» se ha duplicado. Por otro lado y al mismo tiempo, el consumo de plantas se ha debilitado mucho: 15 g de fibra por día: es una sexta parte del consumo de hace 100 años.

Sobre la solución…

Si bien el hecho de pasarse al «vegetarianismo» no convence a muchos, sí que hay que reducir mucho las cantidades de proteína animal en el plato, y a diario también: No debemos olvidar la leche y los yogures.

⚪️ Cuántas veces no se ha dicho que consumir local y ecológico es mejor que no aquel producto que viene de miles de kilómetros de distancia… Hay que cambiar las políticas para favorecer la agricultura local y de calidad, y para que este producto se quede aquí, y no lo exporten.

⚪️ Infórmate preguntando a tus abuelos sobre lo que comían cuando eran jóvenes, sobre su estilo de vida. Te sorprenderá ver que comían más verdura y menos carne, pero sobre todo, verás que te hablarán de la calidad del producto, que nada tenía que ver con el de ahora.

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🙂 Te animo a realizar pequeños cambios, por tí, por tu familia y tus niños si tienes, y por el planeta.

😑 Ya no me sorprende de lo que es capaz de hacer el capitalismo… ¿Y tú?

No dudes en dejarme un comentario sobre lo que haces, si has cambiado algo en tu día a día, consejos, lo que quieras. Seguro que podemos tomar ideas unos de los otros 🙂

Allez ! Bisous !

Artículo inspirado en el del sitio web de reporterre.net y en de notre-planete.info.

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